Arrastrado por la vorágine de buenas críticas que leí sobre esta trilogía me animé a sacarla de mi estantería y empezar a sumergirme en su historia. Debo admitir que con un poco de dudas ya que estoy acostumbrado a la forma de escribir y narrar del maestro Santiago Posteguillo, ameno, ágil, detallista, eso y alguna opinión que decía que tras Posteguillo habían empezado esta trilogía y la habían dejado a medias.

Pues bien, el señor Manfredi no utiliza la forma narrativa de Santiago o quizá ésta se pierda en su traducción pero logra enganchar al lector como él, cierto es que utiliza algunas palabras 'técnicas' y jerga de la época que al principio hace que te sientas algo despistado y que las primeras páginas se te hagan algo lentas, pero ésto se soluciona bastante rápido. No es una novela de ritmo trepidante pero si tiene un rigor histórico deslumbrante y ahonda tanto en los personajes que te hace amar a unos y odiar a otros, y realmente eso solamente lo había sentido con el escritor valenciano.

En una trilogía de tres libros 'cortos' que te hacen querer devorar uno tras otro puesto que hace desaparecer ese tedio de empezar un nuevo 'tocho'.

En este primer volúmen nos encontramos con un Alejandro en su época infantil/adolescente, por lo que quizá se narre más la vida y andanzas militares de su padre Filipo. Y su relación con Olimpia, la madre de Alejandro y de la que no acabo de fiarme del todo, egoísta y posesiva hasta los extremos más insospechados (según ésto genialmente interpretada por Angelina Jolie en la película del rey macedonio).

Abordando el aprendizaje de Alejandro con Aristóteles y el punto de vista de éste entorno a la religión y los Dioses que en esa época tanto amaban y veneraban.

Así pues, aún sin sumergirse en las peripecias del macedonio en territorio asiático (lo que se supone que es el tema central de su vida) podríamos decir que el primer número engancha y te hace empezar con ganas ese segundo tomo, en el que espero encontrarme con escenas espectaculares de batallas y enfrentamientos políticos.

Sin esperar que sea como Posteguillo y su Africanus si puedo decir que Massimo Manfredi a logrado ocupar ese nada despreciable segundo puesto en cuanto a escritores de novela histórica.

Lo mejor:  ha superado todas mis expectativas.

Lo peor:  al tratar la niñez y adolescencia de Alejandro faltan escenas bélicas.